Brindis eterno, la serie de cinco composiciones aromáticas imbuidas en objetos olfativos, propone dotar de un sentido nuevo a lo mundano para vivir la belleza desde la cotidianeidad. Amuletos para acceder a lo intangible a través de lo físico. Seguir nuestra nariz es estar presente, es conciencia en expansión, es dejarnos guiar por algo más grande. Instantes minúsculos pero eternos: un brindis por la vida, por su abrazo, por los momentos de inconfundible armonía.